jueves, octubre 12, 2006

Premio Nobel de Literatura


Estocolmo, 12 oct (EFE).
La concesión hoy del premio Nobel de Literatura al escritor turco Orhan Pamuk ha sido acogida en la comunidad internacional como "una señal de libertad" y ha destacado su capacidad de "constructor de puentes" entre Oriente y Occidente.
En Turquía, donde su denuncia del genocidio cometido por los turcos contra el pueblo armenio en 1915, le acarreó graves problemas con la justicia, se valoró positivamente que el premio haya recaído por vez primera en un autor turco.
El ministro de Exteriores, Abdullah Gul, dijo que "el Nobel es un premio muy importante, en particular el de Literatura, y es importante que lo consiga Turquía. Estoy feliz de que se lo haya llevado un turco".
El galardonado, que confesó sentirse "sumamente honrado" con el premio, aseguró que éste constituye un mensaje contra los que defienden la existencia de la teoría del "choque de las culturas".
En una conversación telefónica con representantes del Comité Nobel, difundida en su página de internet, Pamuk explicaba que "la imagen del Oriente y Occidente y su choque es una de las ideas más peligrosas de los últimos años".
"Mi trabajo es la mejor muestra de lo fructífera que puede ser la mezcla de culturas", decía Pamuk desde Nueva York, donde reside y trabaja como lector en la Universidad de Columbia.
Para la Comisión Europea este premio supone una "buena noticia" para la libertad artística y "la libertad de expresión".
El comisario europeo para la Ampliación, Olli Rehn, responsable además de las negociaciones de entrada de Turquía en la UE, dijo que los artistas "necesitan la libertad de expresión de forma tan desesperada como la vida requiere el agua y el aire".
"Orhan sabe más que otros lo preciosa y frágil que es la libertad de expresión", añadió.
También el presidente francés, Jacques Chirac, manifestó hoy su alegría por este galardón a Pamuk, "cuya reflexión sobre la sociedad turca es particularmente inteligente, fuerte y liberal".
Al comunicar su veredicto, la Academia Sueca de la Lengua subrayó que el trabajo de Pamuk en la "búsqueda del alma melancólica de su ciudad natal (Estambul) ha encontrado nuevos símbolos para reflejar el choque y la interconexión de las culturas".
Como una "señal para la libertad del arte y la palabra" valoró la concesión del Nobel a Pamuk el ministro alemán de Cultura, Bernd Neumann.
Orhan Pamuk, añadió, representa "el compromiso ininterrumpido por la libertad". Es un escritor "entre fronteras y al mismo tiempo constructor de puentes", capaz de "enlazar sin problemas Oriente y Occidente, entre el cristianismo y el islám".
El escritor español Juan Goytisolo, dijo que es una "elección justísima" y precisó: "para mí, Orhan Pamuk figura entre los grandes escritores del presente".
La noticia del premio fue, asimismo, recibida con alegría por la comunidad turco-alemana, formada por unos 2,5 millones de personas.
"Estamos muy satisfechos de que un representante de la cultura turca reciba tan alto galardón", dijo el vicepresidente de la Comunidad Turca de Alemania, Hilmi Kaya Turan.
En cambio, el crítico más famoso del país, Marcel Reich-Ranicki, admitió no haber leído jamás a Pamuk: "La literatura turca no me interesa. No tengo por qué haber leído todas las literaturas de este mundo", dijo.
Ahmet Insel, uno de los editores del nuevo premio Nobel dijo que su editorial Iletisim se siente "orgullosa", porque "Pamuk es el representante más importante de la novela moderna en el mundo".
Por su parte, el vicesecretario del ministerio turco de Cultura, Mustafa Isen, felicitó a Pamuk y dijo que "el premio también atraerá al mundo hacia la lengua turca y a otros escritores turcos".
Para Amnistía Internacional la concesión del galardón a Pamuk es "un reconocimiento de su labor como escritor que ha suscitado temas cruciales de debate en Turquía", al aludir a su posicionamiento político con su denuncia del genocidio armenio de 1915.
Este asunto, hoy ha hecho también que en Turquía se haya lamentado la "triste coincidencia" que supone que el Nobel coincida con una decisión del parlamento francés para castigar a los "negacionistas" de ese genocidio.
Y en algunos medios nacionalistas se ha llegado a decir que todas esas denuncias de Pamuk no eran sino autopropaganda para conseguir el Nobel.
El crítico Zekin Coskun dijo: "Me temo que los que le atacaban en el pasado se pueden armar ahora de nuevos argumentos y decir que este Nobel es gracias a sus declaraciones sobre los armenios".
Pero la mayoría de críticos literarios insistieron en que el activismo político de Pamuk no ha tenido que ver en la concesión del Nobel.
Perihan Magden, una periodista y escritora también perseguida por sus artículos, dijo en este sentido que Pamuk puede ser para la literatura turca lo que Gabriel García Márquez fue a la literatura sudamericana.
Yasar Kemal, escritor kurdo de expresión turca y que también ha "sonado" para el Nobel: "Te felicito desde lo más hondo del corazón. Confío en que sigas escribiendo con el mismo ímpetu y estoy seguro de que seguirás creyendo en lo que crees", dijo.
Incluso un político tan nacionalista como Deniz Baykal prefirió hoy olvidar sus diferencias con Pamuk y lo felicitó fervientemente: "Este premio muestra el valor universal de la literatura".

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